Del Examen Físico Segmentario
EXAMEN DE LAS MAMAS
El examen de las mamas es muy importante en las mujeres,
especialmente para detectar precozmente la presencia de un cáncer. Se efectúa
mediante la inspección y la palpación. El examen debe ser prolijo, respetando
siempre el pudor de la paciente.
En la mama existe tejido glandular y fibroso, grasa subcutánea
y retromamaria. El tejido glandular se organiza en lóbulos y lobulillos que
drenan a los conductos galactóforos, los que a su vez desembocan en el pezón.
Con la edad el componente glandular se atrofia y es reemplazado por grasa. Para
localizar las lesiones en las mamas, se divide virtualmente en cuatro
cuadrantes. Casi todo el tejido glandular se encuentra en el cuadrante superior
externo, el cual se prolonga hacia la axila formando una cola. El drenaje
linfático se efectúa principalmente hacia la axila, pero también a regiones
claviculares y estructuras profundas del tórax.
Inspección
En la inspección se observan ambas mamas tratando de descubrir
asimetrías, abultamientos, deformaciones, retracciones, etc. El examen se
efectúa estando la paciente acostada, sentada o de pié (hay que recordar que es
una parte más del examen físico). Para distinguir asimetrías entre una y otra
mama puede ser conveniente pedir a la persona que se siente y que ponga sus
brazos a los lados en forma de jarra y empuje con sus manos contra las caderas.
Después, se examina solicitándole que levante los brazos hacia arriba.
En las aréolas mamarias es posible distinguir unas prominencias
pequeñas que corresponden a glándulas sebáceas (tubérculos de Montgomery)
y algunos folículos pilosos.
Algunas mujeres presentan más debajo de las mamas, siguiendo la
dirección de una supuesta línea mamaria embrionaria, unas formaciones
solevantadas que corresponden a pezones, y eventualmente, mamas supernumerarias
(recordar que esta condición es normal en animales mamíferos).
Si el pezón de una mama está aplanado o retraído (umbilicado) y
esto ha ocurrido en el último tiempo, conviene tener presente la posibilidad de
una lesión cancerosa que haya retraído el pezón. Si esta condición es antigua,
probablemente no indique una condición de cuidado como la anterior.
Palpación
La palpación se efectúa habitualmente estando la paciente
acostada de espalda. Se le pide que levante el brazo del lado que se va a
examinar y coloque la mano detrás de la cabeza. Toda la glándula debe ser
examinada, incluyendo los cuatro cuadrantes, el tejido bajo del pezón y la cola
de las mamas. Además, se deben examinar las axilas.
El examen se efectúa presionando con los dedos contra la pared
torácica. El recorrido puede ser en forma radial (desde el pezón a la periferia
hasta completar todo el círculo) o por cuadrantes.
Si se tiene la sensación de palpar un nódulo, es necesario
precisar:
- la ubicación
- el tamaño
- la forma y si se logra delimitar con facilidad (bordes)
- la consistencia
- si es sensible
- si es posible desplazar o está adherido a los tejidos vecinos.
- si la piel está comprometida (ej: enrojecida o con aspecto de “piel de
naranja”)
Al tener la sensación de palpar un nódulo puede ser de ayuda
palpar a continuación con las dos manos, para precisar mejor las características
de la lesión.
Las mamas grandes son más difíciles de examinar y existe mayor
riesgo que no sea posible palpar algunos nódulos.
En mujeres en edad fértil, es frecuente que en el período justo
antes de su menstruación las mamas aumenten un poco de volumen, se hagan más
sensibles y se palpen numerosos nodulitos del tamaño de granos de arroz. que no
tienen mayor cuidado.
Las mamografías y ecografías complementan el examen de las
mamas para precisar mejor la naturaleza de lesiones que se palpan o descubrir
otras que no fue posible detectar.
Indudablemente la palpación y la inspección son acciones
conjuntas y mediante ellas se va recogiendo información.
Factores de riesgo para desarrollar cáncer de mama:
- tener familiares cercanos que hayan tenido cáncer de mama
- haber tenido cáncer de mama
- la edad (entre 40 años y por lo menos hasta los 65 a 70 años, dependiendo
también de los antecedentes familiares)
- una menarquia precoz (antes de los 12 años)
- el primer parto después de los 30 años
- no haber tenido hijos
- una menopausia después de los 55 años
Es conveniente que las mujeres tengan el hábito de
autoexaminarse (ojalá una vez al mes). Para esto levantan el brazo y se examinan
la mama de ese lado con la otra mano. Una buena oportunidad es hacerlo al
ducharse o al acostarse. Si están acostumbradas a examinarse, notarán
precozmente una lesión que esté apareciendo.
Algunas alteraciones:
Entre las lesiones palpables destacan:
- nódulos que corresponden a una enfermedad fibroquística de las mamas
- lesiones de bordes nítidos que corresponden a fibroadenomas (son más
frecuentes en mujeres jóvenes)
- lesiones que corresponden a un cáncer de mamas.
Si se palpa algo
anormal, como un nódulo, va a ser necesario efectuar un estudio de imágenes (una
mamografía, que eventualmente se complementa con una ecografía para distinguir
entre nódulos sólidos y quistes).
Salida de líquido por un pezón:
Puede salir en forma espontánea o al exprimir la glándula o el pezón mismo.
Este líquido puede ser:
- galactorrea: es la salida de leche en condiciones en que la mujer no
está lactando después de un embarazo. Entre las principales causas destacan
trastornos endocrinológicos y ciertos medicamentos.
- ser una secreción serosa, hemática o serohemática: en estos casos cabe
plantear la posibilidad de una lesión intraductal (habrá que identificar por
cuál conducto galactóforo sale el líquido).
- secreción purulenta en relación a un proceso infeccioso
Examen de las axilas:
La palpación de las axilas tiene especial importancia por la posibilidad de
encontrar ganglios comprometidos. Separando un poco el brazo, el examinador
palpa la axila presionando contra la pared torácica. Con su mano derecha, palpa
la axila izquierda, y con la mano izquierda, la axila derecha.
Las mamas en el hombre:
- ginecomastia: es el desarrollo de las mamas en el hombre, más allá de
lo normal. Es frecuente de observar en algunos jóvenes en la edad de la
pubertad. En los adultos se observa ocasionalmente por trastornos hormonales,
por la ingesta de algunos medicamentos o en enfermedades como la cirrosis
hepática.
los hombres también pueden tener un cáncer de mamas, pero es poco frecuente.
Examen del tórax y pulmones.
Caja torácica.
Anatomía. La estructura ósea de la caja torácica está formada por la
columna vertebral, 12 pares de costillas y el esternón, además de las escápulas.
Las costillas se articulan hacia atrás con la columna dorsal y hacia delante,
las primeras siete se unen al esternón y las tres siguientes, se van uniendo
entre ellas y forman del reborde costal. Las costillas 11 y 12 son “flotantes”
ya que no se unen al esternón. El reborde costal derecho e izquierdo forman un
ángulo llamado ángulo costal. El esternón está formado por el manubrio
(parte superior), el cuerpo y el apéndice xifoides (entre ambos rebordes
costales, se palpa como una punta). Entre el manubrio y el cuerpo existe un
ángulo llamado ángulo de Louis (o ángulo esternal), que es fácil de
palpar. La parte anterior de la segunda costilla, a cada lado, llega justo a
este nivel. Esta es una referencia anatómica que conviene conocer ya que
palpando el ángulo de Louis uno desliza los dedos hacia el lado y palpa la
segunda costilla y desde ahí se identifica la tercera costilla hacia abajo y así
sucesivamente. Entre cada costilla se ubica un espacio intercostal que toma el
nombre de la costilla inmediatamente por arriba. Es posible palpar fácilmente
desde el segundo espacio intercostal al sexto; más abajo es difícil porque las
costillas se van juntando por delante.
En el interior de la caja torácica se encuentran los pulmones y las
estructuras del mediastino: corazón, esófago, tráquea, ganglios linfáticos,
timo, aorta, vena cava superior e inferior.
Referencias anatómicas. Líneas: (son todas paralelas a una recta que
pasa por la columna vertebral)
- por atrás: -línea vertebral: pasa por las apófisis espinosas.
-líneas escapulares (derecha e izquierda): pasa por la punta de las
escápulas
- por los lados: -línea axilar anterior: pasa por delante de la axila.
-línea axilar media pasa por la mitad de la axila. -línea axilar
posterior: pasa por detrás de la axila.
- por delante: -línea medioesternal: pasa por la mitad del esternón.
-línea medioclavicular (derecha e izquierda): pasa por la mitad de las
clavículas.
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Línea estemal y medio-claviculares
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Líneas Axilares
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Línea vertebral y escapulares
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La apófisis espinosa de la séptima vértebra cervical (C7) es habitualmente la
más prominente (se nota especialmente al flectar el cuello). La apófisis
inmediatamente más abajo corresponde a la primera vértebra dorsal (T1) y así
sucesivamente hacia abajo. Conviene recordar que la punta de las apófisis
espinosas se ubica, por su anatomía, un poco más abajo que el respectivo cuerpo
vertebral. Para describir algo que está en la espalda sirve de ayuda contar
desde la apófisis espinosa de C7 y hacer la relación con la línea que
corresponda (por ejemplo, describir algo a la altura de T10 con la línea
escapular de un determinado lado).
La punta de las escápulas, en una persona de pié, con los brazos extendidos a
ambos lados del tronco, llega como al séptimo u octavo espacio intercostal.
Otra referencia anatómica que conviene tener presente es el ángulo de Louis
que ya se describió.
Pulmones.
Anatomía. Los pulmones están cubiertos por la pleura: la
pleura visceral cubre el pulmón, y la parietal cubre la pared torácica, el
diafragma y el pericardio. Entre ambas hojas, queda un espacio virtual (cavidad
pleural) que contiene una fina capa de líquido seroso que las lubrica. La
tráquea tiene una longitud de 10 a 11 cm y un diámetro de 2 cm. El sitio en el
que se bifurca para dar origen al bronquio fuente de cada pulmón se llama
carina. Esto ocurre aproximadamente a la altura del ángulo de Louis, por
delante, y de la cuarta vértebra dorsal (T4), por atrás.
El bronquio fuente derecho es más grueso, corto y vertical; por lo mismo,
está más expuesto a la aspiración de cuerpos extraños. Los bronquios se dividen
en bronquios secundarios y después de sucesivas diviciones se llega a los
bronquíolos y los alvéolos. Es a nivel del los sacos alveolares donde ocurre el
intercambio gaseoso (se capta oxígeno que viene del aire exterior y se libera el
anhídrido carbónico que se ha ido acumulando en la sangre venosa).
Proyección de lospulmones por
delante
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El pulmón derecho tiene tres lóbulos: superior, medio e inferior. El pulmón
izquierdo tiene dos lóbulos: superior e inferior. Una fisura oblícua, divide el
lóbulo inferior de los otros. Además, en el pulmón derecho, una fisura
horizontal separa el lóbulo superior del medio.
Por la inclinación de las fisuras que dividen los distintos lóbulos
pulmonares, el lóbulo superior se proyecta, por atrás, en la región más alta de
los pulmones (vértices pulmonares) y por delante, por la cara anterior del
tórax. En el lado derecho, el lóbulo medio se proyecta hacia adelante, desde la
cuarta costilla hacia abajo y un poco por el costado. Los lóbulos inferiores se
proyectan ocupando prácticamente toda la espalda (desde la tercera vértebra
dorsal, hacia abajo).
Proyección Pulmón Derecho - Proyección Pulmón
Izquierdo
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Proyección Pulmónes por Atrás
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Respiración. Las etapas del ciclo respiratorio, son:
- inspiración: etapa de expanción del tórax por acción de los músculos
respiratorios (diafragma e intercostales) y entrada de aire a los pulmones (se
crea una presión negativa intratorácica). Los
- músculos escalenos, esternocleidomastoídeos y trapecio pueden participar de
los movimientos respiratorios como músculos accesorios (especialmente durante
ejercicios o en insuficiencia respiratoria). Cuando el diafragma se contrae,
empuja las vísceras abdominales y el abdomen protruye.
- espiración: normalmente es un movimiento pasivo en que la misma
elasticidad de los pulmones y de la caja torácica hace salir el aire. Esta fase
también puede ser facilitada por acción muscular (intercostales y musculatura
abdominal).
Examen de tórax.
Forma del tórax: normalmente el diámetro anteroposterior
es menor que el transversal y la columna vertebral presenta la curvatura normal,
sin desviaciones a los lados. Algunas alteraciones que se pueden encontrar, son:
- tórax en tonel: se caracteriza porque el diámetro
anteroposterior ha aumentado haciéndose prácticamente igual que el transversal.
Se observa en pacientes enfisematosos.
- cifosis: corresponde a una acentuación de la curvatura normal de la
columna, de modo que el paciente queda encorvado.
- escoliosis: es la desviación de la columna vertebral hacia los lados.
- cifoscoliosis: es la combinación de los anteriores.
- pectus carinatum: cuando el esternón presenta una prominencia como
quilla de barco
- pectus escavatum: cuando el esternón se presenta hundido
Examen de la respiración y los pulmones.
Inspección.
Es importante fijarse en la forma cómo el paciente respira:
- si se aprecia respirando tranquilo o se nota afligido, como
si le faltara el aire (disnea)
- la frecuencia respiratoria (ej: pacientes febriles pueden presentar
taquipnea)
- la expasión torácica (ej.: si es una respiración de amplitud normal,
aumentada o superficial)
- la ritmicidad (ej.: lo normal es que sea regular, pero podría ocurrir que un
paciente presente variaciones con se ve en la respiración de Cheyne-Stokes)
- la relación entre la inspiración y la espiración (ej: pacientes con
obstrucción bronquial presentan una espiración prolongada)
- si presenta cianosis (ej: en los labios, la lengua, las mucosas, los lechos
ungueales, etc.)
- tiraje: se presenta en pacientes con una obstrucción de la vía aérea
alta (ej.: estrechez a nivel de las cuerdas vocales). Por la dificultad que
existe para que el aire entre al tórax, es necesario hacer más fuerza con lo que
se genera una presión intratorácica negativa mayor y se observa una retracción a
nivel de los espacios supraesternales, intercostales y regiones subcostales.
- aleteo nasal: es una apertura mayor de las alas de la nariz con cada
inspiración; es un signo de insuficiencia respiratoria que se observa con más
frecuencia en niños pequeños.
Percusión.
La percusión de los pulmones se efectúa principalmente con el
método indirecto, o sea, usando el dedo medio de una mano como plexímetro y el
dedo índice o medio de la otra mano como percutor (para revisar cómo hacerlo vea
el capítulo sobre Técnicas de Exploración). El método directo, o sea,
percutiendo con los dedos directamente sobre el tórax, ocasionalmente se usa
(por ejemplo, en pacientes con tórax hiperinsuflados).
Se recomienda percutir desde las zonas de mayor sonoridad hacia
aquellas con sonido mate. Por ejemplo, si desea delimitar las bases de los
pulmones, conviene percutir desde el área ventiladas de los pulmones en
dirección al abdomen. Cuando el ruido cambia de sonoro a mate, se estaría
pasando de un tejido que contiene aire a otro que no lo contiene. Normalmente,
la base derecha es más alta que la izquierda (por la ubicación del hígado).
El desplazamiento del diafragma se evalúa percutiendo las bases
pulmonares mientras el paciente respira normal, y luego, repitiendo la maniobra
después de haberle solicitado que respire profundo. Lo habitual es un
desplazamiento de 4 a 6 cm.
Cuando existe una condensación pulmonar o un derrame pleural se
escucha un sonido mate en la zona comprometida.
Si al percutir la base pulmonar de un lado se encuentra una
matidez (estando el paciente sentado o de pié), puede ocurrir:
- si se trata de un derrame pleural: la matidez tiende a
ascender hacia el costado, formando lo que se ha llamado la curva de Damoiseau.
Además, muchas veces tiene un carácter más duro por lo que se ha llamado matidez
hídrica (es una característica difícil de constatar). Una maniobra que puede
ayudar a ratificar que se trata de un derrame pleural es poner al paciente sobre
un costado y volver a percutir: se debería desplazar el líquido hacia el
mediastino y, debido a esto, áreas que antes se percutían mate, ahora se
percuten sonoras (esto es válido siempre que el derrame no esté tabicado).
- si se trata de una condensación pulmonar del lóbulo inferior
(ej.: neumonía o atelectasia extensa): se encuentra una matidez que no describe
la curva de Damoiseau.
- • si se trata de un ascenso del diafragma (porque una masa
intraabdominal lo empuja hacia arriba o porque está paralizado): también se
encuentra una matidez, pero no va a ser posible constatar el desplazamiento del
diafragma con la respiración.
- si se trata de un pneumotórax: la percusión será sonora, e incluso, en la
medida que el aire en el espacio pleural esté a tensión, puede encontrarse
hipersonoridad o timpanismo.
- "si se trata de un pulmón con más cantidad de aire, como ocurre en pacientes
enfisematosos o cursando una crisis asmática: se encuentra un ruido sonoro a la
percusión. Además las bases pulmonares tienden a estar descendidas.
Palpación.
Al poner la mano sobre el tórax mientras el paciente habla, se
siente un discreto cosquilleo en la mano. Esto se debe a vibraciones que se
general al interior del tórax. Para hacer más nítida esta sensación,
habitualmente se le pide al paciente que diga algunas palabras, como treinta y
tres, tinguiririca, etc. La mano se aplica especialmente sobre las zonas más
cercanas a los pulmones (espalda, costados, cara anterior) y se apoya abierta en
toda su extensión o se “ahueca” (como formando una concha acústica), apoyando el
borde externo o cubital. Es de mucha utilidad comparar las vibraciones
vocales, que es el término que habitualmente se usa, de uno y otro lado.
La facilidad con que se palpen estas vibraciones vocales va a
depender de varios aspectos:
- el tono de la voz
- la fuerza con que la persona habla
- la zona que se palpa (por ejemplo, cerca de la tráquea se
siente más nítido)
- el grosor de la pared torácica (que depende fundamentalmente
de la grasa subcutánea)
- la integridad del tejido pulmonar (por ejemplo, en los
enfisemas, el parénquima pulmonar está diminuido, existe más aire “atrapado”, y
las vibraciones se sienten más débiles)
- elementos que se interponen entre los grandes bronquios y la
pared del tórax (por ejemplo, en condensaciones, como ocurre con las neumonías,
se transmiten mejor las vibraciones vocales; en cambio, cuando existe líquido,
como ocurre en los derrames pleurales, o cuando se interpone aire, como ocurre
en los pneumotórax, las vibraciones vocales se palpan menos o simplemente, no se
palpan.
Ocasionalmente, en algunos pacientes sometidos a procedimientos
(ej.: instalación de un tubo pleural), filtra aire al tejido subcutáneo y al
palpar la pared se palpan unas crepitaciones. Esto se llama enfisema
subcutáneo (tenga presente que no tiene relación con el llamado enfisema
pulmonar, que es un daño de los pulmones; y respeco a las “crepitaciones”
que se palpan, no tienen relación con unos ruidos pulmonares que llevan el mismo
nombre y que se describen más adelante).
Información que se obtiene al complementar la
información obtenida con la percusión y la palpación:
- en el caso de los derrames pleurales: se encuentra matidez a
la percusión (eventualmente con curva de Damoiseau) con disminución de las
vibraciones vocales a la palpación.
- en el caso de condensaciones pulmonares: se encuentra
matidez en la percusión con aumento de la transmisión de las vibraciones vocales
en la palpación.
- en el caso de una atelectasia: se comporta parecido a un
derrame pleural (pero no se da una curva de Damoiseau)
- en el caso de un hemidiafragma ascendido: matidez de la
base, falta de desplazamiento con la respiración, ausencia de transmisión de
vibraciones vocales en esa zona.
•en el caso de un pulmón enfisematoso, una crisis asmática, o
un pneumotórax: sonoridad o hipersonoridad a la percusión y disminución o
ausencia de transmisión de vibraciones vocales.
Fíjese que incluso antes de practicar la auscultación, mediante
la percusión y la palpación ya se tiene información valiosa respecto a lo que
está ocurriendo en los pulmones. De toda formas, no se sienta frustrado(a) si
las diferenciaciones no son tan claras (por ejemplo, muchas veces se encuentran
condensaciones pulmonares asociadas a derrames pleurales, y los hallazgos al
examen físico no son tan nítidos).
Auscultación.
Consiste en escuchar los ruidos que se generan en los pulmones
bajo las siguientes condiciones:
- con la respiración
- al emitir palabras
Los ruidos pulmonares se originan debido al paso de aire por
las vías aéreas en la medida que se generen flujos turbulentos, como ocurre en
la laringe y en la bifurcación de bronquios grandes y medianos. A medida que los
bronquios se dividen, el área de sección va aumentando, y como consecuencia, la
velocidad del flujo disminuye. Cerca de los alvéolos el flujo es laminar y no
genera ruidos.
De acuerdo a diferentes estudios, los ruidos que se auscultan
en la superficie de la pared torácica se generan en los bronquios mayores,
principalmente lobares y segmentarios. Los ruidos que llegan a la periferia son
de baja frecuencia, ya que el pulmón sirve de filtro para los sonidos de alta
frecuencia.
Al auscultar los pulmones se deben cubrir todos los sectores,
sin olvidar de auscultar debajo de las axilas. Tal como debe ocurrir con la
palpación y la percusión, con la auscultación también se deben comparar los
hallazgos de un lado con los del otro lado.
Habitualmente se ausculta con la membrana del estetoscopio y se
le solicita al paciente que respire por la boca y más profundo. Esto permite
escuchar los ruidos en forma más nítida. En todo caso, es necesario saber
adaptarse a ciertas condiciones que presentan algunos enfermos: pacientes con
sus facultades mentales comprometidas que no colaboran, el caso de los niños
pequeños, personas que generan ruidos a nivel de la garganta cuando respiran,
etc.
Ruidos pulmonares:
Ruidos normales que ocurren durante la respiración:
- ruido traqueal: es el sonido normal que se escucha al
poner el estetoscopio en el cuello, por delante de la tráquea. Se ausculta
durante la inspiración y la espiración.
- ruido traqueobronquial: es parecido al ruido
traqueal, pero menos intenso, ya que se ausculta a nivel de los grandes
bronquios: primer y segundo espacio intercostal, por delante del tórax, y en la
región interescapular, en la espalda.
- murmullo pulmonar (antiguamente se le llamaba murmullo vesicular): es
un ruido de baja intensidad y corresponde al sonido que logra llegar a la pared
torácica después del filtro que ejerce el pulmón. Es suave y se ausculta durante
la inspiración en el área que ocupan los pulmones, tanto por delante, por los
costados y en la espalda (se excluyen las zonas en las que se auscultan el ruido
traqueal y el traquiobronquial).
Existen condiciones que hacen que el murmullo pulmonar se escuche más
atenuado o simplemente no se escuche. Algunas de estas condiciones
son:
- por obstrucción de grandes bronquios
- por destrucción del parénquima pulmonar (por ejemplo, en un enfisema)
- por estar ocupado los espaciones alveolares (por ejemplo, por una neumonía)
- por aire en el espacio pleural (pneumotórax)
- por un extenso derrame pleural
- por un panículo adiposo muy grueso
Transmisión de la voz: Cuando el paciente emite palabras, lo
normal es que al aplicar la membrana del estetoscopio en el cuello, sobre la
traquea, se distinga nítidamente lo que el paciente dice. Esta nitidez se va
perdiendo a medida que la auscultación se efectúa más alejado de la traquea y
los grandes bronquios, debido al efecto de filtro que ejercen los pulmones.
Cuando se ausculta en la pared costal, en las zonas más periféricas, se logra
distinguir en forma más ténue lo que el paciente pronuncia.
Ruidos que se escuchan en afecciones pulmonares:
-
•crepitaciones: son ruidos de poca intensidad, que se parecen un
poco al sonido que ocurre al frotar un mechón de pelo o despegar un velcro. Se
auscultan durante el ciclo respiratorio, pero especialmente, durante la
inspiración. Distintas situaciones patológicas que afecten el pulmón pueden dar
estos ruidos crepitantes o crepitaciones. Entre ellas se distinguen:
-áreas mal ventiladas como ocurre en las bases pulmonares de un paciente
que hipoventila: las crepitaciones ocurren hacia el final de la inspiración, en
el momento que el pulmón se expande al máximo y entra aire a pequeñas vías
aéreas que estaban cerradas. Es como un estallido de finos ruidos. Estos
crépitos muchas veces desaparecen si se le pide a la persona toser varias veces,
y por lo tanto, expandir bien los pulmones (estos crépitos que desaparecen se
llaman distelectásicos).
-áreas inflamadas como ocurre en una neumonía: en estos casos las
crepitaciones también ocurren de preferencia durante la inspiración, y si la
neumonía está recién comenzando, se escucha como un estallido al final de la
inspiración.
-pulmones alterados en su anatomía, con fibrosis pulmonar: en estos casos las
crepitaciones tienden a escucharse tanto en la inspiración y en la espiración, y
son de una tonalidad más gruesa y seca. Antiguamente se les llamaba “crujidos
pulmonares”. (Nota: los humanos se caracterizan por cambiar las clasificaciones
cada cierto tiempo).
-procesos inflamatorios bronquiales, especialmente de vías medianas y
pequeñas: también es posible escuchar en estas condiciones ruidos crepitantes,
tanto en inspiración como en espiración. Es posible en en algunos casos den la
impresión de ser ruidos más húmedos, y pueden variar con la tos. Antiguamente se
llamaban “estertores de pequeña burbuja”, pero este término ha caido en
descrédito.
Como se puede ver, bajo el término de “crepitaciones” se reunen sonidos que
se pueden escuchar en distintas afecciones pulmonares. La razón de esta
agrupación sería fundamentalmente la dificultad de distinguir entre una afección
y otra, por lo menos basado en el sonido propiamente tal. Ayudado por la
clínica, es más factible formarse una mejor idea de lo que pueda estar
ocurriendo.
En obstrucciones bronquiales:
- sibilancias: son ruidos continuos, de alta frecuencia, como silbidos.
Se producen cuando existe obstrucción de las vías aéreas. Son frecuentes de
escuchar en pacientes asmáticos descompensados, tanto en la inspiración como en
la espiración (son verdadesros “pitos”). También en personas con enfermedades
bronquiales crónicas de tipo obstructivas, que presentan una espiración
prolongada y en ese momento se escuchan abundantes sibilancias y, eventualmente,
roncus. Muchas veces, los mismos pacientes los escuchan. En pacientes que tienen
escasas sibilancias, es más factible escucharlas al acostarlos y auscultar sobre
la pared anterior del tórax.
- roncus: son de más baja frecuencia que las sibilancias y se producen
en situaciones parecidas. Suenan como “ronquidos”. Frecuentemente reflejan la
presencia de secreciones en los bronquios. Pueden generar vibraciones palpables
en la pared torácica (frémitos).
En pacientes con neumonías:
-
•respiración soplante o soplo tubario: es lo que se escucha al
auscultar sobre un foco de neumonía extenso. La condensación sirve para
transmitir mejor el ruido traquiobronquial a la pared torácica. El murmullo
pulmonar seguramente va a estar ausente debido a que los alveolos van a estar
llenos de secreciones y en la auscultación va a destacar la respiración soplante
o soplo tubario.
En estas condiciones también se puede llegar a
encontrar lo siguiente:
-broncofonía o pectoriloquia
(“pecho que habla”): la transmisión de la voz también está facilitada por lo
que al aplicar el estetoscopio en la pared torácica se distingue muy nítidamente
cada sílaba de las palabras que el paciente emite.
-pectoriloquia
áfona: es lo mismo que lo anterior, pero se refiere a la capacidad de
distinguir las palabras sobre la pared costal cuando el enfermo las pronuncia en
forma susurrada o cuchicheada.
En inflamación de las pleuras:
-
frotes pleurales: son ruidos discontinuos, ásperos, que se deben al
roce de la hojas pleurales, cuando están inflamadas. El sonido sería parecido al
roce de dos cueros. Para que se produzca es necesario que las pleuras estén en
contacto ya que al desarrollarse un derrame, terminan
separándose.
En pacientes con derrames pleurales extensos (que colapsan parte del
parénquima pulmonar vecino): a veces, especialmente en la zona más superior del
derrame, podría ocurrir:
- soplo pleurítico: viene a ser como una respiración
soplante, habitualmente más suave (seguramente el líquido comprime parénquima
pulmonar y esto facilita la generación del soplo).
- egofonía o pectoriloquia caprina: es la
posibilidad de distinguir la transmisión de la voz al pronunciar palabras, pero
con una alteración de modo que se transmiten sólo algunos tonos (de preferencia
los más altos) y lo que se termina auscultando son sonidos intermitentes como el
balido de una cabra (en la práctica es poco frecuente de escuchar)
En estrecheces a la vía aérea alta:
-
•cornaje o estridor: es un ruido de alta frecuencia, que se
debe a una obstrucción a nivel de la laringe (especialmente por compromiso de
las cuerdas vocales que se cierran) o una estenosis de un segmento la tráquea.
Es un ruido fuerte que se escucha a la distancia. Se ha comparado con el ruido
que se genera al soplar un cuerno.
En pacientes incapaces de toser bien, frecuentemente
comprometidos de conciencia:
-
•estertor traqueal: es un ruido húmedo que se escucha a distancia en
pacientes con secreciones en grandes bronquios y traquea. Se tiende a encontrar
en personas graves, comprometidas de conciencia, que no son capaces de toser y
despejar esas secreciones.
Resumen que integra los principales hallazgos del examen
físico en distintos cuadros clínicos:
- lo normal: respiración tranquila, con una percusión
sonora, vibraciones vocales palpables, murmullo pulmonar presente y sin otros
ruidos agregados (Nota: como se puede apreciar, implícitamente se describe lo
que se captó mediante la inspección, percusión, palpación y auscultación, sin
tener que decirlo).
- neumonía extensa, condensante: podría observarse
alguna alteración de la respiración, habrá matidez en la zona de la neumonía,
aumento de la transmisión de las vibraciones vocales, abolición del murmullo
pulmonar, auscultación de crepitaciones (especialmente en la inspiración),
respiración soplante o soplo tubario y broncofonía.
- derrame pleural extenso: la respiración podría estar
bastante normal o presentar alguna alteración, habrá matidez en la base pulmonar
comprometida, que puede tener la modalidad de matidez hídrica y un ascenso hacia
lateral (curva de Damoiseau), con disminución o abolición de las vibraciones
vocales, disminución o abolición del murmullo pulmonar. Respecto a ruidos
agregados, podría no haberlos, o escuchar unos pocos crépitos, y en unos pocos
pacientes se podría llegar a escuchar en la parte más alta del derrame un soplo
pleurítico y, quizás, una egofonía. Una maniobra que puede ayudar a constatar
que se trata de un derrame sería cambiar al paciente de posición y ver si la
matidez se desplaza (lo que rara vez es necesario efectuar).
-
crisis asmática o paciente con obstrucción bronquial por otros
motivos: es frecuente ver que el paciente respira con dificultad, puede
verse afligido, haciendo uso de la musculatura intercostal
y supraclavicular para respirar mejor. Es frecuente que el paciente tenga
una respiración “ruidosa” (término que se usa cuando la respiración se escucha a
la distancia). Muchas veces, especialmente en enfermos crónicos con mucha
obstrucción bronquial, la espiración está muy prolongada por la dificultad que
tienen para exhalar el aire. El tórax se aprecia hiperinsuflado; la percusión es
sonora o hipersonora; la transmisión de las vibraciones vocales está disminuida;
el murmullo pulmonar también se aprecia disminuido, pero presente. Como ruidos
agregados lo que más destaca son las sibilancias y los roncus, que pueden ser
inspiratorios y/o espiratorios; podrían haber algunas crepitaciones.
-
pneumotórax extenso de un lado: a la inspección podría no notarse
mucho, pero en la percusión podría haber más sonoridad en el lado comprometido y
lo que más va a llamar la atención es que en ese lado las transmisión de las
vibraciones vocales y el murmullo pulmonar van a estar muy disminuidos.
- enfisema: es un cuadro caracterizado por la
destrucción del parénquima pulmonar y la hiperinsuflación de los pulmones. Es
frecuente encontrar que el paciente está disneico, respira con dificultad,
podría estar cianótico; tienen un tórax hiperinflado (o en tonel), va a estar
hipersonoro y con un murmullo pulmonar muy disminuido, casi ausente. La
espiración tiende a estar prolongada. Podrían haber algunos roncus y sibilancias
y, quizás, algunas crepitaciones.
Examen de Abdomen
Examen de abdomen
La técnica del examen de abdomen varÃa según las molestias que sufren el paciente y el proceso patológico que se investiga.
Examen de elección
El objetivo de este examen es comprobar que no hay tumor abdominal y que las vÃsceras no están aumentadas de volumen o en posición anormal.
Inspección
Obsérvese el contorno general de abdomen, la presencia o ausencia de venas distendidas y los movimientos respiratorio. El ombligo normal esta ligeramente retraÃdo e invertido. La eversión umbilical puede ser signo de distensión o liquido intraabdominal, tiene importancia la presencia, el carácter y la posición de cicatrices abdominales. Las hernias ventrales o distales a los músculos rectos pueden manifestarse indicando al paciente que levante la cabeza o haga esfuerzo en forma que aumente la tensión intraabdominal.
Auscultación
La auscultación sistemática del abdomen es buena costumbre que adquirir, ya que familiariza al examinador con los ruidos peristálticos normales.
Palpación
Es lo fundamental del examen de abdominal corriente. En primer lugar se percibirá e tono del musculo recto mediante ligera presión de la mano apoyada de plano contra el abdomen. Luego se considera a palpar cuidadosamente los cuatros cuadrantes del abdomen.
Si los músculos abdominales presentan resistencia y se sospecha de espasmo involuntario, hay que comprimir con cuidado la palma de la mano contra el musculo recto mientras se indica al paciente que respire profundamente con la boca abierta.
HÃgado
De ordinario el hÃgado no puede palparse, pero en personas delgadas puede percibirse a nivel del borde costal. Un hÃgado palpable no es necesariamente patológico.
La percusión debe iniciarse en la lÃnea axilar anterior a nivel aproximadamente del cuarto espacio intercostal, siguiendo hacia abajo hasta que la nota resonante del pulmón que sustituida por la macicez hepática. Luego se sigue dicha macicez hasta que quede sustituida por el timpanismo de los gases intestinales.
VesÃcula biliar
La vesÃcula biliar normal no puede palparse. Una vesÃcula biliar distendida puede percibirse inmediatamente por debajo del borde inferior del hÃgado, aproximadamente a nivel del borde externo del musculo recto abdominal.
Bazo
Normalmente el bazo no es palpable. Se busca colocando la mano izquierda por detrás en el flanco, debajo del borde costal en la lÃnea axilar media.
La percusión puede ser útil. Normalmente la macicez esplénica se extiende en la lÃnea axilar media desde la novena a la undécima costillas.
Riñones
El riñón izquierdo se palpa con la mano derecha, mientras la mano izquierda comprime el flanco desde atrás, desplazándolo hacia arriba. Es similar a la maniobra de la palpación esplénica.
Vejiga urinaria
Si la vejiga urinaria está llena, puede palparse inmediatamente por encima de la sÃnfisis pubiana como una masa sensible, lisa, de forma ovoide. La presión ejercida sobre la misma despertara ganas de orinar.
La palpación permitirá delimitar la forma ovoide de la vejiga distendida, si dejar duda acerca de su naturaleza.
Colon
El colon ascendente, el ciego, el colon descendente y el sigmoides muchas veces pueden palparse. El ciego y el colon derecho se perciben en el cuadrante inferior derecho como una masa redondeada, blanda, ligeramente sensible.
En el curso de la palpación el paciente puede experimentar pequeños espasmos; quizá se perciba el peristaltismo audible y la masa palpable desaparezca.
El sigmoides muchas veces se percibe como estructura tubular, de cierta firmeza, estrecha, que se extiende hacia abajo a lo largo del cuadrante inferior de la pelvis.
Reflejos abdominales
El examen sistemático sigue con la investigación de los reflejos abdominales. Se rasca ligeramente la piel en cada uno de los cuadrantes. La contracción de la musculatura se manifiesta por el brusco movimiento del ombligo hacia la zona estimulada.
Valoración de hallazgos anormales
Valoración de una masa abdominal.
El examinador ha de tener la seguridad de lo que parece una masa abdominal no es un estructura normal.la vejiga distendida, el útero grávido, el borde resistente del musculo recto del abdomen, el promontorio sacro y la aorta tortuosa y dilatada de una hipertensión, todas estas estructuras han sido consideradas erróneamente como tumores abdominales de etiologÃa diversas.
En pacientes puede palparse el promontorio sacro y considerarse erróneamente un tumor de la lÃnea abdominal media.
La contracción voluntaria del musculo recto, sobre todo en pacientes obesos, suele producir un tumor epigastrio manifiesto.
HÃgado aumentado de volumen
La inspección puede revelar el contorno de un hÃgado hipertrofiado que se extiende por abdomen superior derecho y epigastrio.
El dato diagnostico caracterÃstico es el borde palpable. Puede ser romo en caso de cirrosis o irregular y nodular si la hipertrofia depende de carcinoma.
El aumento de volumen del hÃgado por debajo del borde costal puede confirmarse por percusión y dibujando con lápiz demográfico.
Si el hÃgado esta aumentado de volumen, hay que buscar indicios de ictericia en la conjuntiva. Se examina la piel en busca de excoriaciones caracterÃsticas del rascado por prurito, de ictericia y de angioma en araña. Estos sÃntomas suelen observarse en la pared torácica anterior.
VesÃcula biliar aumentada de volumen
La vesÃcula biliar aumentada se dé volumen se palpa como tumor redondeado liso en el cuadrante superior derecho. Suele hallarse inmediatamente por fuera del borde externo del musculo recto, pero son muchas las variaciones al respecto. Puede estar más lejos, en el flanco, o más cerca, en el epigastrio.
Una vesicular biliar aumentada de volumen y muy sensible a la palpación es caracterÃstica de colecistitis aguda.
Una vesÃcula biliar aumentada de volumen no dolorosa, en presencia de ictericia obstructiva, es caracterÃstica de obstrucción maligna de las vÃas biliares. (Ley de courvoisier) que en caso de cáncer del páncreas la vesicular biliar suele ser normal y puede distenderse considerablemente cuando se obstruye el colédoco.
Bazo aumentado de volumen
El único signo neto de bazo ligero o moderadamente aumentado de volumen puede ser un impulso percibido por las puntas de los dedos que palpan el paciente al inspirar, la percusión puede confirmar la presencia de cierta hipertrofia esplénica.
Riñón aumentado de volumen
El polo inferior del riñón derecho muchas veces resulta palpable. El riñón izquierdo, cuando es palpable esta aumentado de volumen o desplazado hacia abajo. Un riñón aumentado de volumen se identifica por su posición posterior.
El aumento de volumen de ambos riñones hará sospechar enfermedad poli quÃstica congénita. Un aumento renal netamente anterior suele depender de enfermedad neoplasia.
Puede confundirse entre hipertrofia intensa del bazo y un riñón netamente aumentado de volumen. En general. El bazo es órgano anterior, el riñón es posterior, el borde libre del bazo es más agudo que el del riñón, y siempre se halla en dirección más hacia abajo.
Abdomen agudo
En caso de abdomen agudo, el diagnostico preciso requiere valorar cuidadosamente todas las probabilidades.
Inspección
Obsérvese la posición que adopta el paciente. En caso de cólicos, no podrá estar acostado y tranquilo; si hay infección peritoneal estará inmovil con sus rodillas flexionadas a pesar dl dolor intenso. Obsérvese la expresión de su cara y la frecuencia respiratoria. VigÃlese en particular la separación de los músculos rectos, la ausencia de los movimientos respiratorios normales y el peristaltismo visible.
Auscultación
Hay que conocer los ruidos peristálticos normales. Cuando se sospecha abdomen agudo, el peristaltismo puede estar aumentado, disminuido o ausente.
La ausencia de peristaltismo significa que hay Ãleo paralitico por irritación peritoneal difusa.
Palpación
Se comienza indicando al paciente que tosa. En caso de inflamación peritoneal agudo esto suele despertar un brusco dolor abdominal agudo localizado en la zona afectada.
Limitación de la zona de hipersensibilidad
La hipersensibilidad causada por trastornos como la apendicitis aguda o la colecistitis aguda se halla localizada estrictamente a la zona inmediata al órgano interesado, a menos que haya peritonitis que se está extendiendo.
La palpación abdominal no es completa si no se examinan cuidadosamente los flancos, angulas costo vertebrales y parte baja de la jaula costal.
Percusión del abdomen
La percusión del abdomen es útil para localizar una zona de hipersensibilidad. También revela una zona de matidez que hará sospechar de una masa.
Pruebas especiales
Signo de dolor al toser.
Dolor de rebote. Este signo se descubre ejerciendo presión intensa sobre el vientre en un lado lejos de la zona donde se sospecha un proceso inflamatorio agudo, y suprimiendo bruscamente tal presión.
Prueba del psoas iliaco. El paciente intenta flexionar su muslo contra una ligera presión ejercida por la mano del examinador. Se produce dolor si hay proceso inflamatorio en contacto con el musculo psoas.
Prueba del obturador. Se flexiona el muslo en Angulo recto y luego se gira hacia afuera y adentro. Puede despertarse dolo hipogastrio si hay una masa inflamatoria en contacto con el obturador interno.
Signo del dolor contra lateral.
Paro inspiratorio (Murphy). Es signo excelente de colecistitis aguda. Se indica al paciente que inspire profundo y al mismo tiempo se ejerce presión intense contra la pared abdominal en la región de la vesÃcula biliar.
Color azulado del ombligo (cullen) puede observarse tinte azulado de la piel del ombligo en caso de hemoperitoneo extenso.
Signos diferenciales en el abdomen agudo
Apendicitis aguda.
Inspección: en las primeras fases el paciente quizás no parezca muy enfermo. Se queja de dolor persistente, que suele aumentar con los movimientos y prefiere estar acostado y quieto.
Auscultación: el peristaltismo puede estar disminuido, pero suele ser normal.
Palpación: el dolor producido por la tos se refiere al cuadrante inferior derecho. Palpando el abdomen con un dedo se comprobara dolor bien localizado en el cuadrante inferior derecho en la zona del punto de Mc Burney.
Variante de la apendicitis aguda
Apendicitis s retro cecal
Apendicitis pelviana
Apendicitis iliaca
Apendicitis con ciego no descendido
Colecistitis aguda
Inspección: la frecuencia respiratoria suele estar aumentada, a veces tanto que puede sospechar neumonÃa. Esta taquipnea puede atribuirse en parte a que la vesÃcula aumentada de volumen y con inflamación aguda al respirar entra en contacto con la pared anterior y aumenta el dolor.
La ligera distención del abdomen suele ser signo precoz y no depende de peritonitis
Auscultación: prácticamente siempre hay peristaltismo, el abdomen silencioso suele ser signo tardÃo e indica perforación de la vesÃcula.
Palpación: en la primera etapa de la enfermedad, la palpación con un dedo localizara el dolor a nivel de la vesÃcula biliar. No hay rigidez, pero en mucho casos el espasmo voluntario en tan intenso que hay que tener cuidado para excluir el espasmo muscular verdadero.
Ulcera gástrica o duodenal perforada.
Los signos fÃsicos varÃan según la etapa de la enfermedad. El paciente tiene color ceniza, sufre mareo, transpira y se queja de dolor epigastrio o retro esternal intenso. Es común la hipertensión, pero la frecuencia del pulso generalmente no es mayor de 100.
El estado general del paciente parece mejorar si se observa algo más tarde o si el dolor se alivio con medicación.
Hay que insistir en ciertos puntos como signo de perforación anterior libre de una ulcera gástrica o duodenal. La rigidez es de madera. La retracción del epigastrio por contracción de los rectos abdominales y del diafragma suele observarse en persona delgada.
Ulcera duodenal perforada con salida lenta del contenido
En ocasiones, a partir de una ulcera duodenal perforada el contenido del intestino escapa poco a poco y en cantidad tan pequeña que no se produce contaminacion de la cavidad peritoneal libre. El colon y el epiplón actúan como barrera y dirigen el lÃquido hacia la fosa iliaca derecha.
El diagnostico de ulcera es mas probable si se demuestra una zona difusa de dolor que se extiende por el epigastrio.
Perforación posterior de ulcera duodenal
Una ulcera duodenal puede perforarse posteriormente hacia el páncreas o la tejido retroperitoneal. Los signos abdominales pueden ser ligeros o remendar una pancreatitis aguda.
Pancreatitis aguda
En las enfermedades pancreáticas los datos abdominales pueden ser mÃnimos o incluso nulo, dada la posición protegida del páncreas detrás del estomago, colon y epiplón gastro colico. En la pancreatitis aguda ligera el paciente tiene aspecto muy enfermo, pero el examen de abdomen a veces solo demuestra tensión dolorosa vagamente localizada en el epigastrio.
Diverticulitis aguda
La Diverticulitis del colon es tan proteiforme en sus manifestaciones como la apendicitis. A veces simula estrechamente la apendicitis, pero los signos aparecen en el lado izquierdo. De ordinario la Diverticulitis causa dolor más difuso y suele haber signos de peritonitis local, incluso en la primera etapa de la enfermedad. Es frecuente descubrir una masa palpable en el cuadrante inferior izquierdo o en la pelvis.
Oclusión vascular mesentérica
La oclusión de los vasos mesentéricos, venosos o arteriales, se caracteriza por contraste notable entre la gravedad de los sÃntomas y lo mismo de los signos abdominales. El sÃndrome suele consistir en dolor abdominal persistente e intenso acompañado de signo variable de trastorno gastrointestinal, como vomito, diarrea o alteración de la función intestinal. Los signos fÃsicos en el abdomen se parecen bastante a los de la pancreatitis aguda.
El curso de la enfermedad depende de la extensión y localización de la oclusión.
Aneurisma disecante de la aorta
La lesión subyacente es una degeneración de la media con rotura inicial de la intima de la aorta cerca de la válvula aorticas, o en la aorta descendente cerca de la arteria subclavia izquierda. Los pacientes suelen tener hipertensión notable.
El comienzo es repentino con dolor angustioso en tórax o epigastrio. Es común que se irradie al cuello espalda o hacia el abdomen.
La ruptura de un aneurisma acurre hacia al espacio retroperitoneal, pero a menudo hay hemorragia hacia la cavidad peritoneal o rara vez hacia vÃscera o la vena cava. Los signos son los de un trastorno abdominal grave. Una masa pulsátil hacia el flanco y abdomen inferior, junto con signo de choque y hemorragia, establecen el diagnostico.
Obstrucción simple del intestino delgado
Los signos dependen de la causa y localización del proceso.
La inspección demostrara que el paciente sufre de crisis intermitente de cólicos. A veces puede observarse una onda peristáltica si la pared abdominal es delgada y fláccida. La auscultación revelara el peristaltismo rÃtmico clásico que va aumentando a medida que el paciente sufre el cólico. Cuando el dolor cede, el peristaltismo también desaparece.
La palpación puede descubrir dolor a nivel del asa intestinal afectada, signo importante pero no obligado.
Obstrucción con estrangulación del intestino delgado.
El cuadro clÃnico es diferente si esta dificultado el riesgo sanguÃneo del intestino. El paciente tiene aspecto gravemente enfermo. El pulso es rápido y lleno. A veces hay onda intermitente de cólico, pero entre las crisis del dolor el paciente sufre molestia persistente y dolor sordo constante en el abdomen; puede aumentar de intensidad hasta hacerse muy aguda, especialmente en oclusiones arteriales. El aumento caracterÃstico del peristaltismo cesa cuando se inicia la gangrena.
Signos de obstrucción del colon
La obstrucción del colon suele depender de carcinoma, Diverticulitis e invaginación o vólvulo.
Invaginación
Suele producirse en niños, pero se observa también en adultos, sobre todo en caso de tumor benigno que da lugar a la invaginación. El dolor casi siempre es intenso, pero no continuo. Entre las crisis dolorosas el paciente se acuesta y queda inmóvil con las rodillas flexionadas. Suele haber cierta tendencia al sincope y colapso.
Palpación es la presencia de una masa abdominal en forma de salchicha. Se encuentra a cualquier nivel a lo largo del colon, según la fase de la enfermedad.
Obstrucción aguda por carcinoma de colon
El carcinoma produce en ocasiones obstrucción cólica aguda y brusca. Los datos fÃsicos incluyen distención de todo el abdomen, timpanismo a la percusión, borborigmo intensos e irregulares con ruidos peristálticos, y gorgoteo y dolor en el trayecto del colon.
Vólvulo
El vólvulo del derecho o izquierdo se caracteriza por dolor y distensión intensa, y produce distenciones abdominales mas rápida e intensa. El colon derecho retorcido suele extenderse hasta la parte izquierda de la lÃnea media y el colon izquierdo hasta la parte derecha.
Signo de peritonitis
Inspección
El paciente se ve grave y ansioso, palidez facial y un ligero movimiento de las alas nasales, incluso en las primera etapas del proceso. Una mirada ansiosa o un falso aspecto de bienestar indicaran que el paciente sufre proceso grave.
El paciente peritonitico esta acostado, inmóvil, de preferencia en decúbito lateral, con los muslos ligeramente flexionados para reflejar la musculatura abdominal.
La observación del abdomen tiene gran importancia. Muy pronto se vuelve escafoideo y retraÃdo, sobre todo a nivel del epigastrio. Este aspecto depende del espasmo de los músculos recto y de la limitación de movimiento del diafragma.
Palpación
El grado de rigidez muscular varÃa. Si la pared anterior de la cavidad peritoneal está incluida en el proceso inflamatorio generalizado, la rigidez será de madera, sin ceder para nada en la presión intensa.
Percusión
Siempre será cuidadosa y delicada, pues quizá permita limitar una masa imposible de palpar a consecuencia del dolor y el espasmo.
Auscultación
El abdomen se vuelve rápidamente silencioso.
Estenosis pilórica por hipertrofia congénita
Esta enfermedad se manifiesta en las primeras semanas de la vida. Es más común en los varones. El sÃntoma cardinal es el vomito. Si la enfermedad lleva más de unos dias de duración, el niño se deshidrata y tiene aspecto de pequeño viejo. Si ha habido mucha pérdida de peso pueden verse ondas peristálticas de izquierda a derecha a nivel del epigastrio. La parte alta del abdomen está llena, la baja, hundida. El tumor pilórico se halla en el cuadrante superior derecho, por debajo del borde hepático y se percibe sobre todo cuando el niño mama.
Invaginación
Se produce tÃpicamente en niños regordetes sanos de menos de dos años de edad. Al comienzo de la enfermedad, entre las crisis de cólicos, el paciente descansa y parece hallarse en perfecto estado.
A medida que la lesión progresa, el niño cada vez esta mas postrado. La masa se hace palpable y debe buscarse en los intervalos entre las crisis cólicas. El tumor caracterÃstico en salchicha, no suele aparecer hasta que el punto que avanza alcanza el colon transverso.
DivertÃculo de meckel
Esta anomalÃa puede simular un proceso inflamatorio agudo, obstrucción intestinal o hemorragia gastrointestinal aguda. Puede observarse una pequeña cantidad de exudación que sale por el ombligo si el divertÃculo todavÃa está unido a él.
Obstrucción congénita de duodeno e intestino delgado
El dato clÃnico mas importante es el vomito. La distensión abdominal dependerá del nivel en que se halla la obstrucción.
AnomalÃa del sistema biliar
El dato mas notable es la ictericia. El abdomen está lleno por el aumento de volumen del hÃgado y la acumulación de lÃquido ascÃtico; la baza quizás sea palpable.
Duplicidad del tubo digestivo
Puede ocurrir a cualquier nivel, provocando sÃntomas de hemorragia u obstrucción.
Pólipos rectales
En los niños pequeños los pólipos rectales son fáciles de palpar con el dedo menique, casi siempre están unidos a la pared posterior o posterolateral.
Onfalitis
La infección del ombligo del niño pequeño quizás solo produzca edema, enrojecimiento, ligero dolor y exudación serosa. Ejerciendo presión cuidadosa por encima o debajo del ombligo a veces se expulsan una o dos gotas de pus. Aparecen edema, dolor, enrojecimiento o color obscuro de la piel de la parte alta del abdomen cuando la celulitis se extiende siguiendo los planos aponeuróticos o los linfáticos.
Trastorno patologicos del ombligo
Quiste del cordón umbilical
Es un acumulo voluminoso de jalea de wharton a cualquier nivel del cordón
Persistencia del uraco
Se manifiesta por un escape intermitente de orina por el ombligo. El orificio de la fistula, rojo, suele tener tamano variable pero casi siempre es fácil de descubrir.
Onfalocele
Un onfalocele se distingue del tipo corriente de hernia umbilical. Se trata de una hernia de vÃsceras abdominales en la base del cordón umbilical; el saco que asà se produce es una estructura delgada y transparente, formada solamente de peritoneo en su parte interna y de membrana amniótica por fuera.
Hernia umbilical
Es una protuberancia del ombligo que se produce cuando el niño hace esfuerzos.
Hernia congénita del diafragma
Los signos clÃnicos de hernia congénita del diafragma puede ser de aparato respiratorio, circulatorio o digestivo; cianosis, disnea y vomito son frecuente.
Hernia intraabdominal
Puede producirse por defecto congénitos en cualquier parte del mesenterio, especialmente a nivel del Ãleon terminal. Aberturas similares aparecen a veces en el mesocolon ascendente por debajo del ligamento de treitz.
Hernia inguinal
En los niños, el examen en busca de hernia inguinal considerablemente del mismo en el adulto. En los niños la hernia inguinal casi siempre es de tipo congénito indirecto.
Antes de tocar el niño hay que proceder a una inspección cuidadosa. Si es bastante mayor, esta deberá efectuarse estando de pie. El diagnostica se establece por el aspecto y al aparición y desaparición de la hinchazón al toser, llorar o hacer esfuerzo.
Hidrocele
En el niño, la hidrocele es redondeada o alargada, quÃstico y bien blando. Se deja atravesar por la luz y rodea al testÃculo, estar a nivel del cordón espermático o el conducto de nuck.
TestÃculo no descendido
La inspección demuestra que todo el escroto o un lado del mismo es mayor que normalmente y esta poco desarrollado. A veces una ligera hinchazón
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