Algunas lesiones de la
piel
Nevo
pigmentado
Tiene muchas variedades entre ellas:
Nevo
intradérmico: Su nombre deriva del hecho de que las células se encuentran por
completo dentro de la dermis. Su aspecto es variado desde una macula aplanada,
pálida, parda o rosada, hasta una carnosidad verrugosa pardo oscura, comúnmente
tiene pelo.
Nevo de
unión: Es
una lesión epidérmica, se presenta como una macula plana o ligeramente elevada,
lisa, sin pelo, de color pardo claro a obscuro, de tamaño variable. Puede
presentarse desde el nacimiento, pero no es raro que parezca durante la vida. Se
ve en superficie palmar o plantar y en el escroto.
Nevo
compuesto:
Posee los componentes de los dos anteriores. No puede diferenciarse de las dos
variedades. Si contiene pelo probablemente sea intradérmico y benigno. Si ocurre
en superficie plantar o palmar o escroto, seguro es que sea de unión y
potencialmente maligno.
Melanoma
Juvenil:
Nevo plano que aumenta de tamaño en la infancia. No tiene pelo, puede ser
levantado e incluso verrugoso. Rara vez se ulcera o hace metástasis y
generalmente debe considerarse como benigno.
Melanoma
Maligno: El
primer signo de este es la metástasis. Puede presentar ulceración, irritación,
hemorragia o profundización de la pigmentación. Las lesiones están sujetas a
traumatismo.
Papiloma Pigmentado (Verruga
Senil): Aparece después de los 40 años de edad, con aumento lento de volumen,
constituyendo nódulos pedunculares de color pardo y superficie arrugada. Es raro
que se trasforme en maligno.
Quiste sebáceo:
Los quistes
sebáceos con frecuencia se originan a partir de la inflamación de los folículos
pilosos o también por un trauma cutáneo. En dichos quistes, se forma un saco de
células dentro del cual se secreta una proteína llamada queratina.
Estos quistes por lo general se encuentran en la cara, el cuello y el
tronco; usualmente, son protuberancias que se mueven libremente debajo de la
piel, crecen lentamente y no causan dolor. Sin embargo, en ocasiones un quiste
puede inflamarse y presentar sensibilidad.
Quiste dermoide:
Se producen
generalmente en pacientes pediátricos y adultos jóvenes. Crecen lentamente por
acumulación de contenido sebáceo. Se ubican profundos en relación con la fascia
cervical, por lo que la piel que lo cubre se moviliza libremente, a diferencia
de los quistes epidérmicos. Su tratamiento es quirúrgico.
Cáncer matastásico:
Es frecuente
la aparición de nódulos de cáncer en el cuero cabelludo y el cuello. Las
lesiones pueden parecerse mucho a los quistes epiteliales. La metástasis del
cráneo suelen aparecer en forma de nódulos redondeados, lisos, que parecen
quistes benignos del cuero cabelludo.
Queratosis senil:
Las personas
de piel clara y ojos azules tienen tendencia a desarrollar lesiones escamosas
de color pardo susceptibles de degenerar en cáncer dermoide. Al principio
parecen simples pecas, mas arde aparecen excresencia verrugosas color pardo, se
descaman y dejan costra húmeda que nuevamente crece y se descama.
Cáncer epidermoide:
Aparece con
frecuencia en cuello, cara y cuero cabelludo. Al principio constituye un pequeño
engrosamiento móvil y ligeramente elevado, con descamación superficial. Pronto
se ulcera y luego constituye una ulceración dura, excavada, con base necrótica
que produce exudación considerable.
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